Un día cualquiera cuando España está confinada

LLevamos más de un mes confinados en casa por orden del gobierno. Nos parece estar viviendo una historia de ciencia ficción. Creo que aún no seríamos conscientes de lo que nos está sucediendo si no fuese por los miles de muertos que este coronavirus nos está dejando. Es más, muchas personas que no han sido golpeadas por esta pandemia de cerca, les cuesta aterrizar en esta horrible realidad. ¿Esto es verdad, es sueño....?

Hasta un pueblecito pequeño de la provincia de Salamanca ha sido golpeado por esta triste pandemia. Sólo son unos 500 o 600 habitantes pero aún así, y aunque hay muy pocas víctimas, aún así repito, allí ya saben lo que es perder o despedir a alguien en tan tristes circunstancias. No es justo. No es nada justo que esta pandemia se cebe con quienes han dado lo mejor de ellos durante su juventud y madured. No es justo que a ellos no podamos ni siquiera despedirlos. No es nada justo que una niña de tan sólo 11 años pierda la vida y sus padres tengan que estar en estos momentos solos con su dolor. No, repito, la vida no nos parece justa. La realidad está siendo fea. No podemos abrazar a quienes más queremos, no podemos despedir con honor a los nuestros. Queremos despertar o salir. Tenemos derecho a no vivir con miedo, estamos acobardados, confinados en nuestras casas, con nuestras rutinas. La vida pasa y nosotros no la vemos. Seguimos resistiendo, en soledad, con tristeza y gritando para nuestros adentros que esta vida es muy injusta.