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DESTELLOS de vida

Las madres negras

 Título de la lectura de este mes para nuestro Club de lectura. Después de "La Regenta" de Clarín que fue nuestro inicio para este curso, y que me resultó un poco más tedioso de lo que recordaba, este mes toca "Las madres negras" de Patricia Esteban Erlés. Autora zaragozana a la que personalmente no conozco y a quien no recomendaría de entrada. 

Se trata de una obra rara, con personajes tullidos, inválidos, deformes, enfermos. Con un ambiente asfixiante, todos concurriendo en un paraje sórdido como es el convento de Santa Vela. Se trataba de una casa heredada de una buena familia, y cuya viuda, perdido el juicio, (o eso se deje entrever) dejó en herencia a unas hermanas, digamos " blancas". Estas primeras monjas trataban de dar un hogar y una posición a niñas huérfanas o perdidas. Después llega la legión de madres Negras, con la hermana Priscia al frente y literalmente el ambiente de la casa queda ensombrecido a partir de ese momento. Santa Vela es un horror en la tierra, las niñas dejan de ser personas y pasan a ser esclavas de un lugar funesto. Incluso las hermanas sólo serán un número. Perderán toda identidad, toda creencia. Sólo estarán cumpliendo con trabajos asignados, pasando hambre y frío y rezando. Todas perderán sus propios nombres y serán una legión perdida, sin más. Docilidad casi completa, excepto en una de ellas, Mida, la "hija del lobo", la pelirroja a quien ni siquiera los peores castigos son capaces de domesticar.

Los alrededores del convento son también lúgubres. Un hacedor de muñecas, un matrimonio con una sola hija, a la que quieren dar una hermana, después de múltiples abortos, un "cuasimodo" jorobado dedicado a hacer ataúdes de madera...etc. Y encima de ello la peste que arruina pueblos cercanos.

Paracen relatos variados de vidas infelices que tienen como nexo el convento y esas madres negras. Madres como oposición al sentimiento de la palabra MADRE. Madres/demonios. 

La autora parece tener un universo de personajes deformes, fuera de lo común. Posiblemente esa cara oculta de una realidad que a veces no queremos ver.

 

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